...pero me encontré un libro de poesía pa las circunstancias del rompimiento amoroso y una novelita de Edith Warton irresistibles al bolsillo. "Tú pudiste inspirar mejor poesía", le diré al no correspondiente amor de mi vida, con su trabajo de 9 a 5, su pasión bolichística y la incuestionable devoción a su madre. "Tú no mereces siquiera un epigrama" le susurraré con lágrimas azotadas manchando mis mejillas, por la egoísta envidia de no poder tenerlo como quisiera. "Hemos oscurecido muy pronto" pienso para mí mismo, ante la desolada sensación de vacío en este castísimo lecho. "Que no nos una nada (...) ni la fiesta de amor que no tuvimos", y gritaré con un mariachi a mi lado. Y cambiaré el verso para que en lugar de segunda hable desde la primera persona y diga "tenía para tí la primavera de todos los siglos volcada en mi vientre", y así dejar de enviar "entristezco de que no llegues, ya me la pagarás", al final de la fiesta de cumpleaños.
Pero como todavía tengo una oportunidad, creo, espero, dejaré la azotez para la ocasión en que el porcentaje más cursi de mi cuerpo necesite desahogo debidamente, con lo mejor de la poesía culturalosa de los libros del subterráneo. Pero cierto es que estos fines de semana encrudecidos por tanto alcohol y cigarro me encuentran más chillón que nunca. Hoy lo hice, mientras en el departamento de discos y devedés del chedraui sonaba Why de Annie Lennox, durante el viviocho. Uff...
Pero como todavía tengo una oportunidad, creo, espero, dejaré la azotez para la ocasión en que el porcentaje más cursi de mi cuerpo necesite desahogo debidamente, con lo mejor de la poesía culturalosa de los libros del subterráneo. Pero cierto es que estos fines de semana encrudecidos por tanto alcohol y cigarro me encuentran más chillón que nunca. Hoy lo hice, mientras en el departamento de discos y devedés del chedraui sonaba Why de Annie Lennox, durante el viviocho. Uff...
...continuará hasta que se acabe...pero ya pélame chido, ¿no?