El andar erguido,
su noble figura,
sus labios sonrientes,
su mirada intensa,
y de su discurso,
el flujo hechicero,
su apretón de manos,
¡ay!, también de sus besos.
Mi corazón pesa,
mi calma se ha ido,
ya nunca la encuentro,
ni la encontraré.
Mi pecho suspira,
suspira por él.
Pudiera ¡ay! tocarlo,
Pudira ¡ay! tenerlo,
besarlo también
tal como deseo:
así de sus besos
querría morir.
(Margarita en el trono de hilar, Goethe y Schubert)
Diferencia entre estética y arte (según Enrique Dussel)
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Diferencia entre Estética y Arte en 7 minutos (según Dussel).
Este video cuenta de manera sencilla la diferencia entre estética y arte,
siguiendo la E...
Hace 1 semana.
3 comentarios:
Enhora buena, quién juese usté.
ay....el amor!!
saludos henchidos de felicidad por su propia felicidad!
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