26.11.05

Hojas que se pudren manchadas de vino y árboles que terminan en la basura de mi edificio

Hoy limpié mi cuarto. Tengo un profe de radio necio y ñoño que afirma y reafirma que me faltan trabajos, quesque porque no los tiene registrados en su listita de calificaciones, en cuyo reverso se lee, escrito con pluma, "no tirar". Un compañero aseguró no haber realizado el examen de trabalenguas (no daré explicaciones al respecto), mientras este mismo güey afirmaba y, de nuevo, reafirmaba que, en efecto, el compañero sí lo había hecho. Otra compañera decía no haber recibido un proyecto de programa, cuando en la dichosa listita ella aparecía con notas perfectas. Mientras, como debo comprobar con papelito parlante que, en efecto, yo sí hago mi tarea, es necesario que levante los rodapiés de copias que adornan la punta de mi cama, dotando a mi habitación de mayor espacio e higiene. Podría reciclarlas. ¿A nadie se le ofrecen fotocopias pa reciclar? Las vendo, ¡ja!

16.11.05

sabiduría campesina

Tiene cuatro patas, cuernos, pelo abundante y negro; vive en el campo y no hay forma de atestiguar su presencia si no es caminando por la noche más oscura hacia la montaña. Se dice que, en invierno, si se expone a las vacas a pastar ante la posibilidad de su robusta presencia, las preña y dan mejor leche. Pero hay que tener cuidado, pues ordeñar a una vaca embarazada requiere que las manos se embadurnen de manteca tibia; los golpes llevaron al compadre hasta la tumba, una vez.
La comadre es la que sabe como entibiar la manteca. En su casa tiene unos costales que nos vende a todos. En la noche, dicen (porque a mí todavía no me consta), ella deja que la manteca la toquen las moscas, que para que ellas se coman lo malo de la grasa y dejen lo puritito bueno.
Una vez, mi compadre y yo nos pusimos bien borrachos; era bien tarde y estábamos bien lejos de la casa. Mi compadre quiso manejar pero pues ni siquiera supo dónde estaban las llaves de la troca. Nos fuimos caminando, nomás que él quiso de repente jugar carreritas, y pues le tuve que hacer segunda, verdad. Casi estábamos en el rancho, cuando yo digo que vimos al cornudo ese de las vacas. Me paré, y del susto casi me vengo pa'trás; n'ombre, si hasta la peda se me bajó. Era el cornudo, grandote y peludo, bien negrototote, como decían. Estaba con una vaca, me daba miedo que me la fuera a matar.
Luego me acerqué; dejé al compadre en el suelo, a que acabara de respirar bien. Si, ahí estba el torote; yo no sabía que hablaba. Le estaba diciendo unas cosas bien bonitas a la vaca, pus con razón se ponen que hasta dan leche rete sabrosa.
El compadre se levantó y me empujó pa que siguiéramos corriendo. Yo lo tomé por el brazo para cargarlo hasta su casa. Pinche compadre grandote y pesado.

a Aurora Dupin

10.11.05

Palabras al viento

No a todas las palabras se las lleva el viento. Creo que respiramos palabras que otros dijeron, que el aire las llevó, pero para dejarlas flotando hasta caer en nosotros.
Contra la palabra hablada, la escrita tiene la ventaja de permanecer en el tiempo. Cuando hablamos, las razones se nos escapan, ocasionando involuntarias confesiones. Cuando escribimos, el control radica en poder borrar, aunque sea a tachones, cualquier pensamiento si se quiere o se prefiere.
Pero, de cualquier forma, escribitas o habladas, sucede que las palabras no siempre van a expresar exactamente lo que se quiere decir. Acaso faltará al menos una que complete nuestras frases y explicaciones, y entonces haya que intentar una nueva manera de decir o escribir las cosas.
Es por ello que no se tiene forma de dejar en claro que ya no te amo porque encontré a alguien más; que no me gustó porque no me gustó; que sabe raro porque no sabe a eso otro que sabe como sabe; que no encuentro qué escribir porque podría escribir de todo y de nada. Que hay mil pretextos, todos muy elementales.

8.11.05

Blogger, el nuevo mitarea.com

Acabo de hacer mi tarea para mañana, cortesía de los blogs de un escritor español y Alberto Chimal. Qué buena onda. Aora si, ya soy generación posmo. Ya no más rincón del vago, ni andarse perdiendo en google, los blogs nos hacen la tarea. Benditos sean.

Tengo alma, pero no soy un soldado.

La belleza está donde uno la encuentra.