29.9.06

Ansias de matar

Cuanto más quieres, más quieres matar. Eso dice la canción. Muchas veces tuve hartas ganas de matar al susodicho H:

- Cuando vendió los boletos para babasónicos, mientras yo lo esperaba afuera del auditorio con muchas ganas de reconciliarnos definitivamente, escuchando a uno de mis grupos favoritos y deseando darle un fuerte abrazo de felices dos meses juntos. Traía yo mi paraguas, el de flores verde militar, que yo digo es una metáfora de la paz en Líbano. En ese momento sentí que mis oídos desorbitados me confundían: ¿cómo? ¿Dijo "ya los vendí" o "mátame de una buena vez"? Yo nomás quise ponerle un patadón en los huevos, pa que se agachara incólumne, y así perforarle el cráneo con las varillas del paraguas para llenarme la cara con salpicones de su bastarda sangre. Pero no, no lo hice.

- Antes, cuando se tardó como doce horas en confirmarme si nos veríamos o no. "Ps ahí nos hablamos", me decía casi a diario por el teléfono, como si yo fuera materia dispuesta para cuando su agenda tuviera un resquicio en desahogo. Nunca le daré oportunidad de apelar, jamás le permitiré testificar en su favor. Nomás me voy a recordar las ganas de apretarle el cuello con mis pequeñas manos, fuerte fuerte hasta que le saliera su bastarda sangre, sin importar si había dejado de respirar o aún le sobraba el último aliento. Luego golpearlo como si mis puños fueran extintor de antro subterráneo de película francesa hecha por un argentino. Aaaaarrrrggghhh, ¡¡¡te mataré!!!

26.9.06

Ahora que...

...si de promesas hablamos, este blog promete.

22.9.06

Yo no quiero un mundo lleno de color

Todos los gatos son pardos en la noche porque es el momento del día en que los ojos sólo pueden reconocer las cosas por su luminosidad. Es decir, a altas horas somos incapaces de ver colores.

Mi profe de fotografía nos enseñó a distinguir qué tono de gris equivale a cada color de la gama cromática RGB, y comenzó a dilucidar acerca de la preferencia de la gente por las fotos en blanco y negro. Hay una rara convención en cuanto al gusto por estas fotos, a todo mundo le gustan, tienen una estética que es más aceptada que la estética de los colores, dijo. Luego, continuó: "todos podríamos sobrevivir en un mundo de grises".

A eso agrego: de vivir en un mundo blanco y negro, podríamos entender mejor todos los tonos intermedios.

Una de las rolas del musical de Broadway Avenue Q, se mofa del racismo y propone: "look around and you will find no one is really colored mind".

17.9.06

Hoy fui solo al cine, pero aprendí a cocinar

Ingredientes:

- Unos ocho cubos de concentrado para caldo tipo
Chicago: muchas reclusas condenadas por delitos muy muy raros, absurdos y casi casi chistosones.
- Una cuacharadotota de
Todo sobre mi madre: con toda la abnegación hacia los hijos, propios, ajenos o asesinados.
- Una tazototota de Mujeres al bornde de un ataque de nervios: con mucho mucho mucho color y vestuario acá apantallador, y un par de persecusiones con arma enfundada.
- Tres cuartos de kilo de masa para preparar Kill Bill Vol. 1: mucha mucha venganza, justificada y necesaria, pero sin explicarla completamente sino hasta el final.

- Agregue especias sin exceder: planos frontales, de perfil, violencia elíptica (d'esa que no se ve sino que se imagina por sus consecuencias), cachitos de música de cámara como leit motif, actuaciones mesuradas, gestos casi nulos, efectos especiales sólo para enfatizar un par de detalles, y muchos espacios urbanos oscuros.


Mézclelo todo, segurito usted no obtendrá el resultado esperado a la primera, pero aquí le dejamos una foto del platillo para que juzgue su presentación:

13.9.06

Obvio...


...cerraron con el himno de mi blog

10.9.06

Harrrrto de las vocaciones pendejas

Explíquele usted, apasionado estudiante de cine, a un abogado, cómo es que las películas son lo que son. Cómo es que Don Corleone está muy presente en la cabeza del espectador desde el primero momento, en el que sólo vemos su espalda. Cómo es que en Casino la continuidad es falsa pero muy elocuente, gracias a que la cámara siempre se mueve. Cómo es que La bruja de Blair es una película hecha de verdad en video. Y cómo es que la excitación es más efectiva cuando sólo vemos la cintura de la chica en situación erótica.

Inténtelo, vamos, hágalo, decepciónese luego del objetivo del maldito hombre de leyes: ser mamón, estar en una mesa y parecer conocedor de cine.

Ya nadie quiere ver películas.

7.9.06

La ciudad de México es muy grande

En esta ciudad hay al menos dos cosas que no me preocupan: perder un paraguas (eso nomás me cuesta dinero), y que se acabe el amor (eso más bien me duele).

3.9.06

Hasta que mi tesis caiga de una nube

En Shakespeare Apasionado, el dueño del teatro es un transa que nomás anda viendo como saca dinero para producir las obras de su cuate. Cada vez que los cobradores llegan para quemarle los pies o amarrarlo a un poste, el cabrón éste se anticipa a la tortura echando un rollo cantinflesco sobre el devenir de estas circunstancias especiales, advirtiendo que las cosas se arreglarán pronto. ¿Cómo? "no lo sé, es un misterio". Y en eso PUFF, las cosas se arreglaban, se acababa la peste y reabrían los teatros o encontraban en elpúblico a la perfecta intérprete de Julieta.

Hay también un capítulo de Bob Esponja, en el que Calamardo, Patricio y él se pierden entre las algas que rodean al fondo bikini. Calamardo, desesperado, junta ramas y piedras para hacer una fogata (¿quéeee?) y poder cocinar (...?). Mientras tanto, Bob y Patricio se acuestan en la arena y miran al cielo. Calamardo se encabrona y les grita que qué chingados piensan que no hacen ni una señalita de humo para que alguien los rescate, pero aquellos dos continúan inmóviles. Nomás Bob abre un poco los labios para explicarle al molusco gruñón que lo mejor es esperar a que las cosas se arreglen, a que caigan del cielo.

Luego de que Calamardo se quemara las pestañas y sacara ampollas en sus tentáculos tratando de sacar fuego de dos piedras, Bob y Patricio seguían tranquilos esperando recompensa a la espera. Finalmente, Calamardo logra cocinar una ollitade sopa, la sirve en un plato de coco, y justo cuando se prepara para la primera cucharada, un estruendo le tira sus alimentos y destruye sus trabajos, le pone a llorar y a reclamar las injusticias de esta tierra. Bob y Patricio sólo disfrutaban de su pic nic recién caído de las alturas.

Tengo alma, pero no soy un soldado.

La belleza está donde uno la encuentra.