13.9.05

No, hipocresía no.

Algunos se sorprenden de que a mi madre yo le hable de usted. A ellos y a la gente que es cercana a mí en confianza, edad (y otras cosas), les hablo de tú. Si de cercanía se trata, entonces esa costumbre mía de hablarle de usted a algunas personas se debe a que prefiero mantener distancia; el problema viene cuando quiero mantener distancia con gente cercana a mí en edad (y otras cosas).

El domingo en la biblioteca central se sienta junto a mí un tipo, - amigo, ¿no te interesa comprar un libro?- -no, gracias-. Volví a mi lectura, aunque el periódico no se ponía ni así de interesante, pero el tipo no se iba. - Barato, a diez pesos-. La sangre me subió como torrente levantando este par de cejas. - No, gracias-, y me fui. Me fui y me fui a acabarme mi café y seguir leyndo el periódico en otro lado, pero muy asustado.

1 comentario:

hugo dijo...

jaja, pero en no gracias no tienes que hablar de usted ni de tu!!

Tengo alma, pero no soy un soldado.

La belleza está donde uno la encuentra.