10.11.06

Ansias de matar (2)

Un niño gritón chillón renegón golpeaba a su madre con tal de zafársele nomás pa hacer su voluntad y cumplir sabe qué pinche berrinchito. Cerré los ojos por cansancio y comencé a soñar con un niño que gritaba y reía feliz al disfrutar un viaje en montaña rusa.

Seguro mi mamá también fijaba su mirada en el infinito mientras yo me le estrujaba entre sus brazos, para mitigar las ansias de ahorcarme.

8 comentarios:

Cerillo dijo...

Yo en cambio siempre fuí solitario y tuve terror desde muy pequeño a la muerte

il.balan dijo...

Yo también de niño le tuve terror a la muerte cuando una noche quise conectar no se qué, y me dió toques... Fuí lloriqueando al cuarto de mis papás y les dije que tenía mucho miedo porque me acababa de electrocutar.
En fin, ahora mis miedos son de otro tipo, pero aqui sigo...

Todo fuera como simples niños chillones que generalmente aparecen en el transporte cuando uno viene más cansado y estresado. La cosa es que esos niños crecen y no cambian: al rato en vez de sus madres son sus esposas.

hugo dijo...

yo creo que todavia le gritas y pataleas, por eso esta muy lejos de tu casa. creo por eso mi mama esta muy lejos de mi casa; aun berrincheo.

Silencio dijo...

Yo habría pintado de rojo la banqueta y alimentado a las ratitas con su cerebro.

Ah si y me hubiera hecho un collar de sus dientitos de leche.

Besitos

Eras tu el de la función de domingo a las 9 en la cineteca?

Anónimo dijo...

Yo sigo haciendo berrinches, pero igual que cuando era una morrita nadie me hace caso.

Love doctor dijo...

Cerillo: pequeño miedo el tuyo, qué grueso.

il.balan: yo una vez tuve una pesadilla y me fui al cuarto de mi mamá pa preguntarle si podía dormir con ella, pero me quedé esperando en la puerta a que se despertara, y se asustó tanto y se enojó tanto con mi presencia, que desde entonces casi nunca tengo pesadillas.

Hugo: ayer vi una película sobre una niña muy malcriada con su madre, y pensé exactamente lo mismo que dices.

Drag: te ignoraré, ¿checas?

Diana: entonces lo que tienes que hacer es prolongarlos o hacerlos con más enjundia.

Anónimo dijo...

Me ignoras sniff...

Ruga dijo...

Yo recuerdo que siempre que estaba fregando mi mamá nomas decía 'ajá, ajá, ajá'

El día que supe que ya no le importaba fue cuando dejó de decirlo.

Tengo alma, pero no soy un soldado.

La belleza está donde uno la encuentra.