El otro día, estábamos gorreando unas chelas, pa variar, en el cóctel por la presentación de los trabajos de un taller de cine de una escuelilla 'equis'. A mitad de un chiste, sonó su celular. Era un mensajito. Su borracha torpeza al sacar el teléfono de la bolsa desvaneció el chiste del chiste, pero de todas formas nos reímos poquito. El chiste vino cuando revisó el mensajito y la boca se le abrió toda toda de la sorpresa: “Alex, donde estás?”
Sin acentos, la redacción del mensajito aparentaba ir más allá de una mera búsqueda entre galanes; pero no había tiempo para ponerse ontológicos, había que decidir.
El galán intermitente, dice este ouei, se largó del DF dos días después de un apasionado reencuentro de dos días, precedido por una falta de contacto de más de veinte meses. Aquél día del reencuentro se dividieron la cuenta de unas chelas en una cantina de Insurgentes. Su intermitencia, entonces, no era cosa nueva. Mi amigo estaba sacadísimo de onda, siempre lo hace, nunca les cree a los oueyes guapos cuando lo procuran y pretenden.
“Me voy a Querétaro”, al día siguiente de la última noche que pasaron juntos antes de la reaparición. Desde entonces, ni una corazonada, ni el sentimiento de que algo raro pasa o va a pasar, ni la incomodidad o el San Antonio de cabeza son garantía de que volverá. Nada más los mensajitos esporádicos e intermitentes de “Salte de la peda, voy por ti
al metrobús, nomás dime cuánto te tardas”.
5 comentarios:
ooooooooooooooooooooooooo
Esos "tipos intermitentes" generalmente son unas completas "ladillas"...
...y para algunos, son inevitables, por la falta de Higiene (o Exceso de Ingenio de su parte)...!!!
Saludos!!!
Amigo, amigo, amigo...
Buaahhh... la historia de mi vida.
Sniff... sniff.
ladillas...falta de higiene? Chale...
Don Perro, ya merito nos veremos.
Hmmmmm! Yo no habría sabido cuál era el del mensaje!! jajajajaja!
Publicar un comentario