1.7.06

Si llegamos al jueves, se cumple la promesa...

...pero, mientras tanto, vayamos al cine, a ver una película italiana muy cursi. Manual de amor (Veronesi, 2005), es la versión en lengua latina de Realmente Amor (Curtis, 2003), pero muchísimo más rosa, elemental y divertida.

Predecible, si resumo que son cuatro historias de amor que se van encadenando conforme sus personajes se conocen, a partir de circunstancias cotidianas aparentemente no muy tracendentales. Pero la verdad es que los encuentros son presentados con mucha naturalidad, los personajes se vuelven muy chistosos, y las anécdotas, pues, bonitas.

Pero no más. Es una comedia muy linda, pero las convenciones le ganan al cine. Alguna que otra economía de planos, en especial un dolly in que comienza en una toma muy abierta de la sala del señor abandonado y termina en su carota derrotada. En unas voces/pensamiento de la mayoría de los enamorados/divorciados/engañados/abandonados, traicionadas luego, cuando los actores hablan a la cámara sin que haya continuidad en la comunicación que ya se estableció entre los que actúan y los que vemos, como si fuera cualquier sitcom gringo (que no es lo mismo que un desafortunado sitcom). Además del reiterado uso convencional de la cara parlante, con un chingo de cortes al que habla.

Qué mal que esta película sea de las que no construyen su propia realidad. Si el director hubiera querido, o hubiera tenido noción de lo bonito que era entrar a los pensamientos amorosos de sus personajes, se hubiera dado cuenta de lo innecesario que es ponerlos a evidenciar sus emociones de viva voz ante la cámara, pues de todas formas ni siquiera sirve para hacer que el actor se exprese más.

Aunque se agradece que no abuse de los detalles. El tiempo corre en chinga y del noviazgo saltamos a la Luna de miel, de las vacaciones a la crisis, y así, en chinga, para acabar en el abandono y recuperar luego la esperanza.

Eso sí, bonita bonita, lo que se dice 'pero qué bien nos la pasamos', eso no lo voy a negar (ni siquiera porque me gana el acento chilango con esta manera de escribir).

Cuando salimos del cine, una pareja se abrazaba y besaba fogosamente junto al museo de ciencias. Mira, se ve que salieron muy enamorados de la película, qué manera de abrazarse y quererse, comenté para tus oídos con voz muy alta. Nosotros también podemos, me susurraste mientras rodeabas con tu brazo mis friolentos hombros.

¡Por finnn, por finnn la felicidad! ¡Ay, pero cuánta cursilería!

¡Qué chidoooooooo!

9 comentarios:

Love doctor dijo...

Mmmmm...a nadie le gusta el amor o qué?

Silencio dijo...

No.

Y la película estuvo bien dominguera, ni modo, aunque me vi muy reflejado en todas esas cosas que uno no debe hacer.

Edmeé Diosa Loca dijo...

pues ni idea de la película pero que viva el amor jajajaja
me gustó el final de tu post! :)

Love doctor dijo...

Silencio: pues tú te lo perides...

Edemeé: gracias. Gusto que pases por acá. Sólo tengo una pregunta: cuál de tus tres blogs es en el que publicas más regularmente, pa saber dónde comentar.

Patrulla dijo...

ayyyyyyyyyyyy, que relindo final, es el amor, es el amor..............


besos guajoloteros!!!!!!!!

Pd. A mí si me gusta el amor, eh? que quede claro, digo, por si había alguna confusión al respecto.
(jo jo)

Silencio dijo...

Jajaja

A mi si me gusta el amor, sobretodo cuando es rechoncho y alado y se está cocinando cual lechón.

Humm cupido a las brasas.

Silencio dijo...

Besitos en la mejilla que los otros te llegan por docenas y esta bien, al menos alguien es feliz.

el iván dijo...

y el viernes el CUEC!!

Felicidades por tu felicidad!!!

Anónimo dijo...

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Tengo alma, pero no soy un soldado.

La belleza está donde uno la encuentra.