Me han ofrecido la llave del cielo. Como en todo, aplican restricciones: no puedo llevar marido ni confidente jotita, "al cielo nomás puedo meter a una sola persona gay", me dijo el abogado de San Pedro; "éste puede llevar a alguien más, pero no puede ser homosexual en lo más mínimo" (muchach@s, vayan comprando algo de ropa buga, pa aparentar). Entonces pensé: a huevo, a lo mejor no puedo meter al más b@ndad@so princess di@n@ de mis cu@t@ch@s, pero qué tal a algún buga pecador infiel...
No hay tal escalera al cielo, la entrada es un muelle pequeñito donde te espera un güero trajeado. El muy culero te cuelga una bola de hierro del tobillo cuando te abraza de bienvenida, porque inmediatamente te avienta al agua y se ríe de tu novatada. San Pedro está más abajo, donde los ángeles cambian sus alas por aletas y todo está cubierto por paredes de alquitrán, como en el Black María. Si me enamoro mucho, no me importará pudrirme en el infierno con mi esposo. Pero si no, acepto la oferta. Supongo que tengo algunos añitos pa revisar el perfil del candidato que ha de acompañarme.
Aimée (1)
-
Antes de verla recién salida de mi cuerpo, la imaginación no me había dado
para visualizar un bosquejo de su cara. A lo más que llegaba era a imaginar
un...
Hace 2 días.