4.1.07

Había una vez...


...Una virgen suicida que se volvió una reina (con y sin albur). Una princesa que apenas era mayor de edad cuando recibió la bendición y se convirtió en reina. Pero nunca dejó la fiesta ni la alta costura. Tampoco le dio a la corte de Francia el orgullo de verle ni una sola de las lágrimas que la angustia por las exigencias del mundo adulto le arrebataron, pues se prometió nunca defraudar a nadie.

Tal parece que Sofia Coppola piensa que la Historia es una gran fiesta de disfraces, así que pidió a sus amigos se vistieran bajo los dictados de la temporada previa a la Revolución Francesa, para celebrar la opulencia que rodeó a María Antonieta.

La hija de uno de los cineastas más rigurosos ocupa el minimalismo más riguroso sin dejar ciencia cierta de cuán concientemente. Menos diálogo, menos acción, menos cámara fija, pero mucha más espontaneidad. La película más libre de las tres y media en su filmografía.

La reina es una superestrella, gastadora y ganosa, ponedora y muy borracha. Se enamora sin mucho preámbulo ni diálogos en los que parezca que el personaje deja de hablarle al otro personaje porque tiene que decir literalmente al espectador lo que siente.

La película no justifica la supuesta realidad histórica, sino que crea una realidad propia, en la que prevalece la música que la autora escucha y los hábitos de la opulencia que seguramente la malacostumbró antes de observarla y creer que a lo mejor en otra época fue igual.

Con desfachatez, María Antonieta se acuesta en su gran cama, duda de la confianza de su corte y bebe champagne mientras se prueba vestidos, zapatillas y uno que otro par de CONVERSE imperiales hechos a mano. Pero nunca por accidente, pues todo en la película depende de la estilización de los elementos que no concuerdan con la época.

La imagen y su composición funcionan a partir de la habilidad del fotógrafo y la cámara en mano. La música le quita verosimilitud pero expresa una emotividad distinta, poco usual, retadora y anticonvencional, transmitiendo también mensajes subliminales gracias a las letras de algunas canciones. No apta para puristas. Los actores gritan extasiados o cuchichean en un rincón sobre lo que pasa en primer plano. Cuando no hablan, la tensión aumenta con el enfrentamiento de miradas seductoras.

Definitivamente, la embriaguez de la reina provocó la toma de La Bastilla y el abucheo inconforme que arruinó la función de gala del Festival de Cannes para la directora. Por intuición, más que por inteligencia y dominio de un vocabulario cinematográfico, la película contradice las convenciones del cine, todo lo que se ha filmado de acuerdo a un “deber ser”.

La voz en off deja de ser la del narrador omnisciente para ser la expresión de un personaje ausente, en otro país o en otro lugar del fragmento de espacio que aparece en pantalla. El vestuario y la actitud de los personajes deja de ser una recreación fina para ser la expresión de la superficialidad tal y como la conocemos, pero aplicada a otro momento y otras circunstancias. Y la música cambia la fidelidad y verosimilitud para expresar la realidad emocional de la corte francesa de un modo distinto, claramente definido por la realidad emocional de la cineasta.

Estas decisiones no son del tipo al que estamos acostumbrados. Pero lo importante aquí es el atrevimiento, la desfachatez de la artista por hacer algo no como se ha visto. Claro está, a los que ignoramos mucho de Historia, aquellas virtudes del cine nos parecen fantásticas. He ahí los talones de los Aquiles, la parte aparentemente inconcebible e incomprensible del asunto, el reto: algunas arbitrariedades, así como algunos accidentes estilizados, pueden también ser rigurosos.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, los invitamos a visitar y participar del sitio Actualidad gay, el cual es un sitio creado por jóvenes para difundir temas de interés e información acerca de las minorías sexuales en el mundo.
Saludos y te esperamos en el sitio.


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Daredevil Tam dijo...

Ya me dieron ganas de ver la película, la dejé pasar por babas....

Silencio dijo...

Estuve a punto de comprar el OST, me suena a que mejor me espero. Y bueno total hay 100 peliculas que pueden ver si esta les duele puristas, así la sala estará mas desocupara y podre verla varias veces si es necesario.

Y podre fajarme con alguien sin ser cuchicheado.

Saludos pues.

Por supuesto quiero esos vestidos.

Laleiros dijo...

Aaaaaahahay, pero qué joven se siente uno al ver la peli en su sala de cine de confianza.

sirako dijo...

caray que rayos, cómo le hago para decir que sí, si quiero verla.

DannyBoy dijo...

La pelicula chafeo gruesisimo cuando salio el tenis converse la neta ya no le crei ni entendi el concepto : S Caprichos Coppolianos supongo

senses and nonsenses dijo...

has conseguido que me entren ganas de verlo (aún no puedo entrar en la polémica).
fan fatal de sofía coppola, veo. a mí me gusta más 'las vírgenes suicidas' que 'lost in translation'.
saludos.

Tengo alma, pero no soy un soldado.

La belleza está donde uno la encuentra.