15.11.07

¿Cuál milagro, maestro Ayala?

Paradójico; pero, desde que entré a estudiar cine, menos tiempo tengo de ver películas. Entre las clases simultáneas de 9 a 21 horas diariamente, la preparación de los cortos y el rodaje de los mismos, apenas y para un capítulo de The office o una media hora de Days of being wild; porque si no, uno ya no pone atención y ni aprecia ni aprende ni entiende al menos tantito de la trama.

Porque yo soy de los que se duermen con mucha facilidad en el cine, además. Y varias veces, en plena madrugada, me ha despertado el reflejo del protector de pantalla del DVD.

Extrañado, el maestro Ayala exclamó un ¡milagro! cuando nos vio salir de La casa de Alicia el otro día. ¡N'hombre!, le dije anorteñado, lo que pasa es que "nos hemos estado campechaneando los horarios", por eso no nos ha visto.

El CUEC es como un karma que se nivela y desnivela constantemente. Afortunadamente, tras los rodajes de la so cold Ficción Uno, nos encontramos ante una temporada breve pero sustanciosa de tiempo libre; de tal manera que, en efecto, señoras y señores: LOS ESTUDIANTES DE CINE HEMOS PODIDO IR AL CINE.

Solos contra el mundo es una película perdida en la traducción, pero muy bonita. Una comedia romántica que se transforma en una tragedia de guerra, con un estilo de cámara rigurosamente libre de moverse y recomponerse y quedarse estática el tiempo que sea necesario, aunque de vez en vez se intercortan tomas de una manera más bien convencional, común a cualquier película. Sin embargo, muchas películas convencionales quisieran sustentar en esa libertad de la cámara un contenido tan difícil como el del amor entre dos hombres separados por sus procedencias geopolíticas.

El gran silencio ("este es el chúntaro estail..."), es una película concebida alrededor de hace trece años, porque sus protagonistas, monjes católicos de los alpes franceses, no se sentían preparados para permitir que el cine perturbara sus entregadas vidas. Transmisora de una inmensa paz, el documental verdaderamente no se mete de ninguna manera con los asuntos del monasterio. Los registra y los exhibe cronológicamente, empleando breves lapsos de película para presentar de frente y a la cara a los moradores de este ultra ascético filme.

La casa de Alicia es una telenovela brasileña bien hecha. No es melodrama, pues no hay música, y tiende al hiperrealismo pero hay ratitos de sobreactuación. Ayala dice que este tipo de películas comienzan a abundar tanto que parece que se ha creado un género nuevo. Como no siempre sé si el maestro se burla, habla en serio, o micha y micha, yo lo que le entendí es que está chido. Porque, además, no es sencillo hacer una telenovela bien: con diálogos cotidianos, villanos cuyo fin trágico queda en subtexto, conflictos dramáticos donde el sufrimiento no se vale de simplezas emocionales o rodeos circunstanciales.

Cállate y canta, es el divertido documental que exhibe la verdaderamente triste pero muy divertida historia de las Dixie Chicks, cuyo ascenso y caída y nuevo ascenso se sincronizaron con el inicio, fin y continuación de los ataques a Irak. También sin intervención alguna de los documentalistas, más que en el montaje, para mí que aquéllos supieron perfectamente aprovechar las circunstancias del escándalo de estas chavas pa seguirlas durante cinco años y sacar su película. Irreverentes, medio cínicas, inteligentonas, chistosísimas, esposas de tres de los hombres más guapos que me ha tocado ver en pantalla grande, y sorprendentemente talentosas, estas viejas le prendieron fuego y dividieron al público del género country, entre quienes apoyaban a Bush y quienes no, a pesar del error del ataque al país medioriental.

El cobrador es malísima, pésima. Absurda. Económica pero insignificante. Aburrida. Y ya.

También vi La mujer de mis pesadillas, pero en Cinemex; lo único que tiene de divertido es cuando a Ben Stiller lo reenvían a Estados Unidos pero como indocumentado. Es muy cagado. Cagadísimo. De verdad. Me estoy riendo ahora mismo.

Y me aventé What's new pussycat? de nuevo. Qué divertida es. De nuevo, me acuerdo y me carcajeo.

Más días de estos, ¿no? Prolíficos, llenos de aprendizaje. En un mes son las evaluaciones del primer corte de nuestros trabajos, deséennos suerte.

5 comentarios:

Bob dijo...

¿qué no deberías estar bailando en vez de estar viendo pelis?

Paxton Hernandez dijo...

Ja, me encontré a Ayala Blanco en una función del FICCO 2007, y justamente hablábamos que es un mentada de madre que el CUEC no programe vacaciones para que coincidan con el FICCO.

Yo tampoco veo tanto cine como antes. Sniff.

Y sí la de Leduc, se antojaba a bodrio, cosa que confirmas.

Hoy (hoy, hoy) se publican tus malos hábitos audiovisuales y el muy silencioso.

Carlos Reyes dijo...

Pues que buena onda que puedas asistir a la muestra... y envida tambien con Paxton por haber conocido a Ayala Blanco...

soy el unico al que le gusto Cobrador: In God We Trust... a nadie mas la ha gustado sniff... no es la gran maravilla, pero encontre mas aciertos que fallas

siempre si vas a participar con nosotros en el metacritic?

un saludo

Eddney Todd dijo...

Saludos!
Pues de las pelis que tu viste yo solo asistï a Solos contra el mundo y sï me gustö. También vi Bella Todos los Dïas, la cual por cierto me pareciö terrible.

Patrulla dijo...

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!

Tanto tiempo sin veros, oh mi corazón!

Cual es tu número celular actual? urgeme comunicarme con vos.

Mi correo es logistica@grupocimarron.com.mx

besos!!

Tengo alma, pero no soy un soldado.

La belleza está donde uno la encuentra.