El andar erguido,
su noble figura,
sus labios sonrientes,
su mirada intensa,
y de su discurso,
el flujo hechicero,
su apretón de manos,
¡ay!, también de sus besos.
Mi corazón pesa,
mi calma se ha ido,
ya nunca la encuentro,
ni la encontraré.
Mi pecho suspira,
suspira por él.
Pudiera ¡ay! tocarlo,
Pudira ¡ay! tenerlo,
besarlo también
tal como deseo:
así de sus besos
querría morir.
(Margarita en el trono de hilar, Goethe y Schubert)
La Formación en Educación Especial en Puebla (Libro)
-
La Formación en Educación Especial en Puebla
Autora: Gilda Luz María Salazar Juárez
Editor Luis Ricardo Ramos Hernández. Textos de la LIE . Licenciatura e...
Hace 1 semana.
3 comentarios:
Enhora buena, quién juese usté.
ay....el amor!!
saludos henchidos de felicidad por su propia felicidad!
This is very interesting site... »
Publicar un comentario