Clamor por las fotos de mi fiesta

Y érase que se eran las diez de la noche y no llegaba nadie. El sensible veinteañero, sentado junto al estéreo, bebía una cerveza mientras afuera llovía. Claro, es por el agua, todo mundo está atorado en algún lado, pero seguro ya no tardan, pensaba. De pronto, sonó el timbre, el sensible veinteañero saltó de su silla y corrió por las escaleras, abrió la puerta casi perdiendo la nariz, sólo para encontrar que los primeros en llegar eran el quinceañero primo de Raúl y sus amigos de la prepa. Pus pasen, ya qué.

¡Ja já! Pero en eso dieron las diez y media, y oh sorpráis, que comienza a sonar el timbre no una, ni dos, ni tres, sino incontables veces, hasta que el reven ya había tomado forma y el bailongo se establecía.

Uno de los momentos más bellos capturados por la cámara del celular de Salvador (que su noviecita por poco y da por perdido). Mi pastel sorpresa -gracias Cachito-, con mañanitas sorpresa -gracias Aletz-. Tenía una glamourosa velita de Cenicienta. Atrás, el sonriente de Cacho, con Paulina de Joselo, Connie atrás de mi cabeza y Argel Rojo, vestido de azul, joi joi joi.

Aquí me entrometí en la vida de los ilustres Raúl y Sofía. Perdón Raúl por no haber ido el domingo, perdón perdón pero me levanté tardísimo.

Aunque no lo quiera, Sofía es una chick. Con el tiempo le agarrará el gusto a cantar si touch maiself en sus varias versiones. Arriba, la chick honoraria número uno, o sea sho.

Esta vieja no tiene madre. Bueno sí, pero a jodida cómo te quiero, ouei, vas a ver pinchi, cuando creacamos y te quiera más y más.

Y en la esquina izquierda, Karla y Carolina, que no estaban cantando (creo), cuando les tomaron esta foto. Qué bueno que fueron, garantía de que la inaugureichon estuvo tan buena que regresaron a relleno tu reven. Mua mua a ambas.

Haciendo acto de presencia, don Rafael Escalante, junto al connato de neoyorkino Raúl Fuentes. Hago especial agradecimiento a Rafael, porque no sólo volvió al blog, sino que volvió a los festejos.

El cachito con las mujeres que más ebrias terminaron. Te fuiste a tiempo, pero te perdiste el espectáculo...jejeje.

Una foto dice más que chorro mil palabras.

Síiii, en unas horas cumpliré veintiún añotesssss.

Y pus sí, usted dirá:
¡Pero qué fotos más raras! ¡Esto sí que no tiene precio!
Pero así se festejó, así y con más, pero ps d'eso no hay fotos, jajajajaja.